Hace como tres años, mi madre me pidió que fuera al pueblo a recoger de su casa las muñecas que aun conservaba allí de cuando yo era pequeña.
Aquel día empezó algo que no esperaba. Volví con dos cajas de muñecas y ropita, como abultaba mucho pensé en venderlo o regalarlo, pero según iba limpiando, lavando y ordenando aquellas cajas dejaron de ser objetos y empezaron a ser recuerdos, cada muñeca me devolvió los momentos de juegos de niñas y cada vestidito la ilusión de cumpleaños y días de reyes.
Por supuesto que todo aquello no solo sigue conmigo sino que se ha ido multiplicando, al principio para completar las cosas que no habían sobrevivido al tiempo y después para ir consiguiendo otros trajes y muñecas que nunca tuve y siempre esperé que me regalaran.
De mi infancia conservo mi Nancy negrita de las mas antiguas, las piernas habían encogido pero una mas que otra, así que estaba cojita, aunque a mi me parece preciosaaaaaaaaa, esta es la foto que le hice con el abrigo original recien limpita.
Mi otra joya recuperada es esta rubita de tobillo gordo con el vestido de marinera, tuve que hacerle una réplica del sobrecuello por que estaba muy deteriorado.
Esta claro porque me volvieron a enamorar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Te quiero mucho. Espero que disfrutes todavía más si cabe tu pasión por las nancys mejorando este blog y consiguiendo muchos seguidores.
ResponderEliminarUn beso enorme.
me encanta está claro que los genios existen
ResponderEliminarLo cierto es que fueron nuestras amigas más íntimas, me alegro de que despertaran tu memoria.
ResponderEliminarY una pasión, je je je.
Es todo un arte el que haces. Parece increible que cambien tanto. Aprovecho para lanzar un mensaje a Famosa, por favor haced reproducciones de setenteras, con el pelo igual, los ojos de margarita y la pata-bollo
ResponderEliminarHola, me encanta como dejas las muñecas, puedes explicar que utilizas para pintar las cejas, luego se borran si las manipulas? Gracias.
ResponderEliminar